La vida a veces parece eterna, otras el vértigo de la fugacidad se apodera de mi espina dorsal y de la estupidez que hace que los te quieros se me atraganten en la garganta buscando el momento idoneo para soltarte la confidencia.
He aprendido a decir cumplidos y a hablar de valentías.Me encanta hablar de valientes.
2 comentarios:
Hay veces que es mejor hablar sin pensar, claro, hay otras que no... Pero "te quiero" siempre es agradable de oír.
Qué osadía.
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