Ella no se atrevió, quizá sea por eso que las sirenas de los barcos tocan más alto y las ballenas agudizan su voz. El soldadito marinero sigue buscando a su puta de piernas pálidas.
Pobre... yo que no dejo de cruzarme a ese tipo de putas pernoctando y, sin embargo, no encuentro ecos de aquellos barcos ni ballenas que no estén roncas.
3 comentarios:
Pobre... yo que no dejo de cruzarme a ese tipo de putas pernoctando y, sin embargo, no encuentro ecos de aquellos barcos ni ballenas que no estén roncas.
La última foto de tu anterior actualización... Arg.
ay, que te encontré por casualidad..el que suena es Veloso? me gusta tu blog. si te quieres pasar por kamchatka, está invitada, chica del ático.
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