dentro, más y más dentro, hasta diluirse en ese sitio donde se diluyan las cosas que un día cualquiera pasaron desapercibidas y años más tarde alguien las nombra, o se recuerdan porque aquel color, o aquel olor o aquel sonido.
un microsegundo de retentiva y el subconsciente lo vuelve a tragar como un cuerpo que decide deliberadamente engullir otro cuerpo más pequeño que flota a su libre albedrío. a la gente no le queda sitio para guardar cosas, las han subido a la nube.
(texto bien-hallado y rescatado de no hace tanto, o quizá sí)
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