lunes, 30 de marzo de 2009

No, no tengo porque ser tu pelicula favorita.Tampoco se si quiero serlo, teniendo en cuenta la condena del celuloide,su "fin".Prefiero formar parte de las historias interminables que relees cuando te aburren los telediarios, las conversaciones de diccionario, y las recetas de entresemana.Aquellas historias en las que eliges la página por la cual seguir y hay cientos de finales y hay infinitos reversos.
El tiempo cura el amor y el amor todo lo cura.Y en los polos opuestos son como el agua y el aceite, conviven, si, pero no se quieren.

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