sábado, 20 de diciembre de 2014

Naufrague aquí

En el mar las cosas cambian de nombre. Así una cuerda es un cabo, no existe izquierda, sino babor; ni derecha, sino estribor.

Un marinero arraigado, de esos a los que únicamente se les mueve la tierra bajo los pies y tienen anécdotas de cantos de sirena, no entiende palabras como ventana o armario.

Así me siento en ocasiones, hay cientos de conceptos que no entiendo cuando hablo del corazón. Tengo suerte si aún encuentro otros náufragos que conocen palabras que parecen lenguaje en clave: lealtad, sinceridad, libertad.