lunes, 12 de octubre de 2015



Y si quiere llover, 
que llueva 
y nos coja donde quiera, 
yo no pienso volver a ser la de antes.


La Bebe]

domingo, 4 de octubre de 2015



Tiene los contornos tenues y el centro más extremo y duro del solsticio.

martes, 29 de septiembre de 2015

aceras por palabras




hemos perdido el juego de nuevo
encendido el cenicero
para ver que había detrás
ahora que no distingo cuando camino
en la cuerda floja de tu equilibrio
tengo la tentación de alzar la bandera
y conquistar Granada
en la urgencia de las aceras
se alquila por media docena de coincidencias
la paciencia a granel
para descontar las rosas
para soltar el amarre
y despeinar el alma


lunes, 13 de julio de 2015

Lanzarote, tierra de fuego y viento

Hay aviones que parten cargados de intenciones, de futuros imperfectos, de ansias de reencuentros o de ganas de escapar. Mi avión partía cargado de ganas, de esas que se gestan durante todo un año de esfuerzo, de apagar despertadores y encender el flexo. Ganas de desconectar, de resetear el sistema de la inercia rutinaria.

No sé donde leí que la vida es lo que sucede en verano, si es así, yo he ido a vivir donde nadie apaga el interruptor del viento.

Alberti describía Lanzarote como una tierra de fuego y viento, y no hay mejores palabras para definirlo. Es una tierra salvaje, roja y negra. Es una tierra extrema. Si hay algo que enamora más que su luz, es lo que Cesar Manrique supo hacer con ella en Los Jameos del Agua. Me quedo con cada uno de sus estratos, sus colores y sus aguas.

Malditas puestas de sol las tuyas, Lanzarote. 











jueves, 18 de junio de 2015

De antojos pre-noche de San Juan


eivissa


Tengo antojo de isla, antojo de mar, antojo de sal, antojo de viento. Tengo antojo de arena, antojo de faro, antojo de olas, antojo a deshora -sobre todo por eso es más antojo-. Tengo antojo de partir y de llegar, e incluso ,si me apuras, tengo antojo antojo de volar -o puede que esto no sea cierto-. Tengo antojo de comer a las cinco, de quitarme el reloj, tengo antojo de la marca del bikini y de hacer el muerto.

Tengo antojo de ese olor, que no sé muy bien, si es del cloro o del tomate, o la mezcla y las ensaladas aliñadas con sol y siesta. Tengo antojo de anestesiar la rutina, de quitarle el precinto a las noches de agosto, de andar descalza -siempre y a todas horas-. Tengo antojo de mañanas y de tardes tras el zumbido del verano, que no es otro que la ciudad en barbecho, introvertida y despreocupada como una quinceañera.


Tengo antojo de mojarme el corazón. Tengo antojo de que me dejen sin palabras. Tengo antojo de construir hogares de cinco minutos, tras otros cinco, y otros cinco y los otros cinco que vinieron antes. Tengo antojo de mezclar  agua y fuego y aprender del equilibrio de los elefantes. Tengo antojo de emocionarme con un paisaje nuevo, de querer decirte -mira, ¿habías visto algo igual?- y meter los instantes decisivos en un carrete en blanco y negro, para tener razones -o no- de que te me antojes. 

domingo, 10 de mayo de 2015

de vientos y volcanes

Vuelvo a encontrar mi azul
mi azul  y el viento, 
mi resplandor
la luz indestructible 
que yo siempre soñé para mi vida. 

R. Alberti]


Nos asomamos al mismo balcón y sólo algunos escuchamos cantar a las guitarras.

domingo, 19 de abril de 2015

s.l.r.e.c.




Nos quedaba un último duelo

y siempre, siempre, un último baile.

sábado, 11 de abril de 2015

sería bonito que alguien te cogiera de la mano y te dijera: el tiempo no existe, así que no tengas prisa.

sería bonito que las calles estuvieran dispuestas por oficios, como antes, y encontrar: la calle de los reparadores de almas, de los besamanos, de los que hacen cosquillas con las pestañas y otras profesiones importantes.

sería bonito rebobinar una tarde con un boli bic, para detener el tiempo, ese que no existe.

pero también podemos quedarnos con esto y engalanarnos la tristeza de contar segundos.

Oda al amor efímero

Desde que me despierto cada mañana mi voz está contigo, en letargo, esperando impaciente y muda llegar a tus oídos.

Te cuento tantas cosas a lo largo del día...sobre tu vida, sobre la mía, sobre todas las cosas menudas que se pierden en la rutina y no alcanzan el momento de perforar la distancia para desparramarse lentas e ingenuas hasta ti.

Te cuento que he resucitado, como un milagro de una semana santa profana, abriendo los poros a la primavera, cosiendo una amalgama de optimismos incipientes en algún lugar de mi conciencia. Que he encontrado una palabra en femenino que no llego a pronunciar porque se pierde en alguna parte que separa mi pensamiento de mi lengua.

Te cuento que faltan por materializar la piel y el verbo y que tengo tiempo y tengo las ganas para inventar veredas de ilusiones y romper los trampantojos que nos vienen asfixiando el alma. Que hay un nuevo credo de verdades que aún no te han roto la boca porque pienso mordértela yo y luego ir lamiendo una a una cada plegaria que hagas.

domingo, 8 de marzo de 2015

distorsión






Fotografías de François Van Bastelaer

la distorsión del tiempo teñida de añil
la distorsión y el reflejo como un plan maestro

encajar marzo y abril en el dorso de una fotografía
una fotografía encajando en tu pupila dilatada
como los segundos en las manecillas de un reloj

los vértices del sol hundiéndose en la arena
escarbando una ciudad a la sombra de la ciudad
en el estruendo rutinario de la misantropía




domingo, 22 de febrero de 2015

A veces me parece un puto milagro eso de llegar a ciertas edades cuerdo o loco, según si lo miras con tus cristales o con los míos. Hay días en los que como acto revolucionario me quedo con un pedacito de sol y me ocupo de temas importantes, como buscar cosquillas en pieles ajenas. Y simpatizo con aquellos teóricos del encanto y de la risa, de los miedos y los lobos. Y sorteo encrucijadas banales para quedarme abstraida en el mismo punto de fuga de siempre: que si el vértigo, que si los labios, que si las miradas. Improviso mariposas, improviso viajes al norte, improviso baños de besos. Improviso bailes de plata y monedas de canto. En un metro cuadrado de sol con vistas a un impreciso minimalista.

lunes, 16 de febrero de 2015

nubes que no dejan llover


dentro, más y más dentro, hasta diluirse en ese sitio donde se diluyan las cosas que un día cualquiera pasaron desapercibidas y años más tarde alguien las nombra, o se recuerdan porque aquel color, o aquel olor o aquel sonido.

un microsegundo de retentiva y el subconsciente lo vuelve a tragar como un cuerpo que decide deliberadamente engullir otro cuerpo más pequeño que flota a su libre albedrío.  a la gente no le queda sitio para guardar cosas, las han subido a la nube.



(texto bien-hallado y rescatado de no hace tanto, o quizá sí)

sábado, 3 de enero de 2015

Derecho al delirio


En un juego de espejos se miraron el alma.
Desandaron hasta donde se dieron por primera vez las buenas noches

viernes, 2 de enero de 2015

eslabones a ratos carne, a ratos verdad

Los surcos de sus labios eran las aceras más transitables, aunque en ellos se hundieran universos e idiomas que nunca terminé por comprender.

jueves, 1 de enero de 2015

a estrenar

quiero mirar la luna sobre la arena blanca de  alguna playa de alguna isla de algún corazón sin huéspedes.