domingo, 21 de febrero de 2021

DESCANSO DOMINICAL - Otro punto de vista -

Hace poco tenía una conversación -según quien presenciara la escena lo llamaría discusión, por la pasión de sus hablantes- sobre la necesidad, o la falta de ella, de recurrir a las etiquetas. ¿Dividen o visualizan? ¿Diferenciar: empodera o crea barreras? Mi interlocutor defendía que hay una tendencia a clasificarlo todo, y la clasificación distancia. Que el respeto debía imperar por encima de cualquier cualidad, que las características son tan numerosas, que las clasificaciones podrían ser infinitas. Todos formamos parte de un todo y eso es lo que debe contar, sin etiqueta. Por el contrario, yo exponía otra opinión: nombrar visualiza, y dar visibilidad, empodera. Dentro de un todo hay una norma que se estima por la generalidad como lo que existe, y aquello que subyace entre lo visible, se pierde sin adquirir esa misma entidad. Lo que se nombra existe. Lo que se nombra se define y se defiende. Puntos de vista. 

Como hay conversaciones que en ocasiones quedan latentes como un ser vivo, su inercia me acompañó a varios escenarios esta semana. En el primer encuentro al que asistí de un club de lectura al que me acabo de unir, se polarizó la temática de los posibles libros a leer en torno a dos grandes categorías -dos etiquetas- defendidas por personas en contra o a favor de la ciencia ficción. Lo que la literatura había unido, la realidad lo había separado. Hablamos sin miramientos de los posible prejuicios del tipo de literatura que elegía la categoría opuesta. Aquello que nunca nos había seducido, podría guardar un as bajo la manga que no habíamos descubierto aún. O puede que no, lo que no habíamos descubierto preferíamos seguir tratándolo como una incógnita que no tenemos ganas de descifrar. Las diferencias me sorprendieron también en un obrador, los clientes elegían exquisiteces saladas o dulces. Sin belicismos, sin rencores, sin sentimiento de orgullo ni inferioridad. Sin ir más lejos, ayer en plena montaña la dualidad -en  contra o a favor de seguir un mapa- separó al grupo que de común acuerdo habíamos escogido el entorno en el que respirar un sábado. Luego hablamos de política, sin común color, pero con consenso. Y escuchamos música, descubriéndonos otros ritmos.

Quizá sea utópico creer en la similitud que todos experimentarnos cuando nos sabemos diferentes, en la comunión de nombrar tantas realidades como sea necesario, para que existan, para que latan y se empoderen, fuerte y muy alto, al mismo tiempo que no se imponga ninguna por encima de otra. De todas las posibles clasificaciones de mi persona, creo que lo que más me define es el amor por la literatura realista, la música rock, la cocina mediterránea y la cerveza Mahou. Definíos como os dé la gana, si queréis, me lo contáis, prometo gritarlo tan fuerte como mi amor por Leiva.





domingo, 14 de febrero de 2021

DESCANSO DOMINICAL - Sin día en el calendario -

Cuando hace sol puedo olvidar -momentáneamente- casi cualquier mal. Ha amanecido el catorce de febrero lleno de luz. He visto un vídeo de hace un año, cuando recorría Bélgica en tren saltando ciudades ajena a sus límites. Una planicie inmensa llena de granjas, gótico, gofres y bicicletas. Echo de menos conocer otros cielos, que por unos días me presten otros atardeceres y reten, sin poder llegar a conseguir victoria, a la luz de Madrid. Lo que vino después ya lo conocemos todos...

Las redes sociales hoy están llenas de mensajes de amor y algún que otro meme sarcástico. Aunque se han inventado días para casi todo, falta en el calendario el día del amor a la luz. Estoy enamorada del sol que entra por la terraza de mi salón, y me lleva a enamorarme del calor que irrumpe contra el cristal. Estoy enamorada de las hojas de las plantas que picudas se levantan hacía un techo blanco y algo machacado por las décadas de gotelé. Estoy enamorada de las mañanas en las que salgo camino del trabajo, con la mente despejada y los cristales empañados, de la niebla que balbucea el Manzanares cuando desciendo la A-6 y de los túneles, que desde Cristo Rey, me engullen y me sueltan a una ciudad nueva. Estoy enamorada de nosotros encontrando el equilibrio en las diferencias y las semejanzas, y en las pizzas de los viernes. Estoy enamorada de mis amigas que escriben en mi nevera frases que hacen que ahora no tenga donde apuntar que hay que comprar tomates o que pasado mañana cortan el agua de 9 a 15. Estoy enamorada de mi familia perfectamente imperfecta, de mis ganas en general y de las de fotografiar todo en particular. 

Amar lo que os dé la gana. Tenga o no día en el calendario y si queréis, me lo contáis.