miércoles, 22 de diciembre de 2010




Este año en un viaje a Barcelona compré un cazasueños (o atrapasueños, a gusto del lector), después lo andado y desandado ha tenido que ver con mi suerte, esa incertidumbre que todos llevamos pegada a la suela de los zapatos.



Ronda un gato persa por mis sueños...

No hay comentarios: