sábado, 4 de octubre de 2008

¿El azar te resulta triste? girar con los ojos tapados, dando pie a la inercia para parar.


La cama me parece la ladera de aquella montaña cubierta de blanco, seguimos con nuetra guerra de bolas de nieve.Y parece tan grande, y revosan las prisas por el filo del colchón.Nos tumbamos a ver llegar la primavera.


Las calles de Madrid cambiar de lugar si vienes conmigo.


Miles, millones de miradas perdidas.Miles, millones de caminos, ciudades, ruedas,parques, pies, estornudos, gargantas,gritos, acordes. Y todos los relojes, todos con las manecillas apuntando al Norte.



Obcecarse es gratis cuando se trata de hablar con uno mismo, cambia el final de la pelicula si los gritos se superponen y las voces hablan por hablar y las palabras se silencian por silenciarse, los nervios se retuercen por retorcer y se ciegan los oidos.


Hay personas incapaces de entender que los consejos nunca dejan de ser en si mismos consejos.Los imperativos, para la metafísica...




Los comienzos que se sirve en mesa para uno son los más dificiles.

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