viernes, 8 de mayo de 2009

Cuando mi abuelo murió dejó un cuadro sin terminar. Una mesa que soportaba una tablilla de madera, tinta, plumillas y utensilios de su nueva afición: el pirograbado.
Creo que era un bodegón. Un rincón de los que le gustaba inmortalizar y acercar a la gente que nunca se había parado a observar la belleza de las cosas muertas.
Siempre retrato calles, callejones de pueblos del norte, paisajes, alguna cara familiar(yo creo que por compromiso)... En los últimos años en cambio, eligió sitios más pequeños, iba cerrando su circulo, poco a poco, como si intuyera que la llama estaba apunto de consumirse.

Era un señorito gallego, de los de costumbres cotidianas, de esos que te abren la puerta y te ceden el paso, de esos que te dan el brazo para que camines junto a ellos cuando vas por la calle. De chaqueta no solo los domingos.

Cuando murió no lloré. Es como si alguien me hubiera tapado los oidos. La reacción se me perdió, pero parecía que el resto del mundo lo asumía con normalidad. Fueron cientos de bocas las que me dijeron "lo siento" mientras yo me preguntaba : ¿tú sabes por qué doblaba papeles diminutos una y otra vez? ¿ alguna vez le viste estornudar después de cada comida?.
Fue una tarde, pasados ya unos meses cuando las lagrimas se me escaparon y supe que jamás le vería con su calma y perseverancia quemar delicadamente una tablilla en su estudio.

Ahora el olor a madera quemada me resulta demasiado familiar.

Conoció a mi abuela desde un balcón de una calle del barrio de Chamberí. Y remaba en el retiro antes de la guerra civil. Tenía un humor sarcástico, una pose admirable y una elegancia hereditaria.

Dejó un boleto premiado de la loteria en el bolsillo interior de una chaqueta.Y se fue.
Hasta los más ateos rezaron en su funeral.

Ahora mi abuela, señorita andaluza, de esas que se quitan años y salen de punta en blanco hasta a por el pan, quiere terminar lo que él empezó. Quiere que ese bodegón de naturaleza muerta tenga todas las sombras con las que él soñó y nunca pudo terminar de pintar.

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