sábado, 27 de noviembre de 2010

Madriz está en pleno sindrome prenavideño. La cola de Doña Manolita da la vuelta a la manzana.Se grita lotería desde cualquier esquina, como si ser millonario estuviera a la orden del día. La gente espera con inocencia renovada mientras el frío ya les ha perforado el esternón.
La calle es un cabaret de desproporcionadas dimensiones, tonos rojos, dependientes que bailan a fuerza de nómina. Estructuras verdes se alzan al cielo. Luces, estrellas y renos.

Las fotos son de ayer:









2 comentarios:

Federico Calabuig dijo...

Hola!

Yo me compré la Diana Mini...

...y estoy contento con ella, teniendo en cuenta que es un juguetito totalmente incontrolable e imprevisible. Nunca sabes de un carrete cuantas fotos o cómo van a salir... ¡¡pero esa es la gracia!!!

un abrazo!

Sergio DS dijo...

Acertado y buenísimo trabajo
te sigo!