jueves, 3 de febrero de 2011

A veces reviento las burbujas de tu copa de champán

A veces reviento las burbujas de tu copa de champán, lo sé, y me ves astuta, como una zorra capaz de reirse de tus penas. incluso echo más leña al fuego.
bajas la mirada, la levantas herido y me dices -cruel- como si fuera la primera vez que pronuncias esas palabras. acto seguido ya estoy en las alturas por capricho de tu sien. nunca había volado tan alto. luego acobardas tu ego en mi regazo, eres un niño y quieres que te salve. he vivido seiscientos años y tengo todas las culpas biblicas por mi condición de mujer.
al día siguiente eres un caballero que me cede el paso, un adolescente con todo su amor por encima de las rodillas, un erudito sin acantilado. un vocablo impronunciable. inventas un nuevo color para mí y me restringes las entradas a palacio. abres las puertas de una avioneta, nos amamos en una suite de praga. coges en brazos al primogenito dolor que me desgarró las entrañas. me muerdes la boca y me dejas en carne viva.

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